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sábado, 23 de junio de 2012

CARTA ABIERTA DE HUGO BLANCO A MARIO VARGAS LLOSA: "USTED REPRESENTA UN GOLPE MAS DEL NEOLIBERALISMO A LAS POBLACIONES INDIGENAS


Fuente: Muladar News

                    CARTA ABIERTA DE HUGO BLANCO A MARIO VARGAS LLOSA

Posted by Chinas Klauzz on December 30, 2010

                            El líder cam­pe­sino no se calla nada y se enfrenta al Pre­mio Nobel





Noviem­bre del 2010

Señor Mario Var­gas Llosa:

El pre­mio Nóbel otor­gado a usted repre­senta un golpe más del neo­li­be­ra­lismo a las pobla­cio­nes indí­ge­nas, ya que difí­cil­mente podrá encon­trarse mayor enemigo de ellas que su persona.

Son dia­rios los gol­pes del sis­tema mun­dial gober­nado por las gran­des empre­sas mul­ti­na­cio­na­les con­tra dichas pobla­cio­nes, con­sis­tente en la depre­da­ción de la natu­ra­leza en sus zonas de vida, lo que sig­ni­fica la muerte para ellas.

El ata­que es múl­ti­ple, solo men­ciono algu­nos ejem­plos: La implan­ta­ción de minas a cielo abierto, que roban el agua de la agri­cul­tura y la enve­ne­nan, matando vege­ta­les, peces, suelo y seres huma­nos. La extrac­ción de hidro­car­bu­ros con pare­ci­dos efec­tos. La ins­ta­la­ción de fuen­tes hidro­eléc­tri­cas para la mine­ría, que roban el agua de la agri­cul­tura y pro­vo­can inun­da­cio­nes. La tala de la selva para extrac­ción de madera, para ins­ta­la­cio­nes gana­de­ras o para plan­ta­cio­nes de bio­com­bus­ti­bles, lo que debido a las inten­sas llu­vias de la zona pro­voca la deser­ti­fi­ca­ción. La agroin­dus­tria que debido al mono­cul­tivo y al uso inten­sivo de agro­quí­mi­cos, mata la tie­rra cul­ti­va­ble. El calen­ta­miento glo­bal pro­vo­cado por la emi­sión de gases de efecto inver­na­dero que asola con inun­da­cio­nes y des­li­za­mien­tos de cerros, mata arro­yos, dis­mi­nuye el volu­men de los ríos, diluye gla­cia­res, sumerge islas; pro­voca vera­nos muy calien­tes e invier­nos muy fríos.Líder cam­pe­sino Hugo Blanco
Estos ata­ques no son sólo con­tra los pue­blos indí­ge­nas, sino con­tra toda la huma­ni­dad, pues todos vivi­mos de lo que la natu­ra­leza nos brinda; lo que sucede es que son las pobla­cio­nes indí­ge­nas las direc­ta­mente afec­ta­das por él y por eso son las pri­me­ras en reac­cio­nar, ofren­dando su vida ante la bru­tal arre­me­tida del sis­tema, lo que los con­vierte en héroes de la humanidad.

Usted, en más de una oca­sión ha defen­dido a las empre­sas depre­da­do­ras con­tra las pobla­cio­nes indígenas.
Vea­mos sólo dos ejemplos:

Medio Ambiente

El 5 de junio del 2009, día mun­dial de la defensa del medio ambiente fue esco­gido por el gobierno de Alan Gar­cía para masa­crar a trai­ción a más de 200 indí­ge­nas (no 10 que es la cifra ofi­cial repe­tida por usted) que defen­dían la selva ama­zó­nica, el pul­món del mundo.

Esta masa­cre, el encar­ce­la­miento y pro­ce­sa­miento de nume­ro­sas víc­ti­mas del ata­que, fue­ron res­pon­di­das con mul­ti­tu­di­na­rias pro­tes­tas en la capi­tal peruana y otras ciu­da­des, se levan­ta­ron voces de pro­testa en diver­sos luga­res del mundo (natu­ral­mente usted no estuvo entre quie­nes pro­tes­ta­ron), los her­ma­nos ama­zó­ni­cos no se rin­die­ron, había un pode­roso avance de los habi­tan­tes de la selva cen­tral hacia Lima.

Frente a eso, el gobierno se vio obli­gado a retro­ce­der y se dero­ga­ron dos de los más fero­ces Decre­tos Ley de depre­da­ción (que ade­más eran ile­ga­les pues van en con­tra del dere­cho a con­sulta de los pue­blos indí­ge­nas por cual­quier cosa que tenga que ver con su terri­to­rio, reco­no­cido por el con­ve­nio 169 de la OIT, que es ley peruana de carác­ter cons­ti­tu­cio­nal apro­bada por el Congreso).

¿Cuál fue la acti­tud de usted? Al con­tra­rio de la mayo­ría del pue­blo peruano, lamentó la dero­ga­to­ria, escri­bió “Vic­to­ria Pírrica”, mani­fes­tando que futu­ros gobier­nos perua­nos no osa­rán “vol­ver a meter la mano en la Ama­zo­nía para alen­tar la inver­sión pri­vada y el desa­rro­llo eco­nó­mico de esta región”, “los sata­ni­za­dos decre­tos esta­ban en el fondo bas­tante bien orien­ta­dos. Per­se­guían una nece­si­dad impe­riosa: atraer inver­sión pri­vada y tec­no­lo­gía de punta hacia una región que tiene gran­des reser­vas de gas, petró­leo y muchos mine­ra­les….” “A esto aca­ban de renun­ciar de manera sui­cida las comu­ni­da­des ama­zó­ni­cas que siguie­ron las con­sig­nas retró­gra­das de Alberto Pizango”. Fue al revés, ha sido Pizango quien obe­de­ció las con­sig­nas dadas por la pobla­ción ama­zó­nica, un estilo de demo­cra­cia que jamás enten­derá usted, “demó­crata” Var­gas Llosa.

Usted usa el mismo len­guaje que la gran prensa en manos de las empre­sas mul­ti­na­cio­na­les depredadoras.


El ver­ti­ca­lismo anti­de­mo­crá­tico y egoísta de las gran­des empre­sas mul­ti­na­cio­na­les a lo que usted no sé por qué llama “demo­cra­cia”, tiene cada vez menos admiradores.

Ade­más se lanza con­tra “las estú­pi­das men­ti­ras según las cua­les aque­llos decre­tos for­ma­ban parte del Tra­tado de Libre Comer­cio fir­mado entre el Perú y Esta­dos Uni­dos”. Esas “estú­pi­das men­ti­ras” están en los preám­bu­los de los decre­tos y fue­ron pre­go­na­das por la minis­tra Mer­ce­des Araoz.

No se detiene ahí, con­si­de­rando a los habi­tan­tes ama­zó­ni­cos retar­da­dos men­ta­les, no con­cibe que la resis­ten­cia pueda haber sido pen­sada por ellos, dice que fue­ron ins­ti­ga­dos por Hugo Chá­vez y Evo Morales.

No des­per­di­cia la opor­tu­ni­dad para ensal­zar a los dos gobier­nos más retró­gra­dos y ase­si­nos de indí­ge­nas de Suda­mé­rica: Perú y Colombia.

Orga­ni­za­ción colec­tiva democrática

Semi­na­rio Las ame­na­zas de la Demo­cra­cia en Amé­rica Latina: Terro­rismo, Debi­li­dad del Estado de Dere­chos y Neo­po­pu­lismo, evento rea­li­zado en Bogotá (tenía que ser Colom­bia) durante los días 19 y 22 de noviem­bre del 2009

Sus pala­bras:

“El desa­rro­llo y la civi­li­za­ción son incom­pa­ti­bles con cier­tos fenó­me­nos socia­les y el prin­ci­pal de ellos es el colec­ti­vismo. Nin­guna socie­dad colec­ti­vista o impreg­nada con esa cul­tura es una socie­dad que desa­rro­lla, moder­niza y alcanza la civi­li­za­ción… El socia­lismo, el nazismo y el fas­cismo son los fenó­me­nos colec­ti­vis­tas del pasado. Hoy se expresa mediante el nacio­na­lismo y los inte­gris­mos reli­gio­sos. El fenó­meno está bro­tando en Amé­rica Latina de una manera muy sinuosa y revis­tién­dose con unos ropa­jes que no pare­cen ofen­si­vos sino pres­ti­gio­sos… En Perú está bro­tando con dos o tres her­ma­ni­tos que en nom­bre de esa iden­ti­dad colec­tiva, la iden­ti­dad indí­gena, autóc­tona, genuina, la de la ver­da­dera perua­ni­dad, ha lan­zado una cam­paña que cuando uno la exa­mina racio­nal­mente parece que fuera tonta, casi cómica, pero que toca un cen­tro neu­ro­ló­gico lla­mado el espí­ritu de la tribu, que nunca des­pa­rece incluso en socie­da­des que han avan­zado más en el camino de la civi­li­za­ción… El indi­ge­nismo de los años 20 que pare­cía haberse reza­gado es hoy en día lo que está detrás de fenó­me­nos como el señor Evo Mora­les en Boli­via. En Ecua­dor hemos visto ope­rando y ade­más creando un ver­da­dero des­or­den polí­tico y social. El indi­ge­nismo en Ecua­dor, Perú y Boli­via está pro­vo­cando un ver­da­dero des­or­den polí­tico y social, y por eso hay que com­ba­tirlo… De Ecua­dor sé muy poco lo que está suce­diendo ahora… Si que­re­mos alcan­zar el desa­rro­llo y ele­gir la civi­li­za­ción y la mora­li­dad, tene­mos que com­ba­tir resuel­ta­mente esos bro­tes de colec­ti­vismo… Creo que en el movi­miento indí­gena hay un ele­mento pro­fun­da­mente per­tur­ba­dor que apela a los bajos ins­tin­tos, a los peo­res ins­tin­tos del indi­vi­duo como la des­con­fianza hacia el otro, al que es dis­tinto. Enton­ces se encie­rran en sí mismos”.

Usted entiende clara y correc­ta­mente que la comu­ni­dad indí­gena es la herra­mienta fun­da­men­tal para la defensa de la Madre Tie­rra. Por eso el sis­tema diri­gido por las empre­sas depre­da­do­ras mul­ti­na­cio­na­les com­prende que el ata­que a la natu­ra­leza debe ir acom­pa­ñado del ata­que a la comu­ni­dad indí­gena. Donde hay indí­ge­nas, en cual­quier con­ti­nente, hay comu­ni­dad indí­gena, orga­nismo ver­da­de­ra­mente demo­crá­tico donde manda la colec­ti­vi­dad, no el indi­vi­duo, como en la socie­dad “demo­crá­tica” actual, donde man­dan los intere­ses de las gran­des empresas.

Esa real demo­cra­cia se mani­fiesta en el acuerdo de accio­nes de pro­testa colec­ti­vas, en ple­bis­ci­tos como los de Tam­bo­grande, Aya­baca, Huan­ca­bamba e Islay en el Perú, Andal­galá en Argen­tina, donde más del 90% mani­fiesta demo­crá­ti­ca­mente “Vida sí, mina no”. Es a esa demo­cra­cia a la que tiene terror el sis­tema, por eso Fuji­mori en el Perú y Sali­nas en México casi simul­tá­nea­mente die­ron leyes con­tra la comu­ni­dad indí­gena, por eso de los Decre­tos Ley de Alan Gar­cía algu­nos van con­tra la natu­ra­leza y otros con­tra la comu­ni­dad indí­gena. Por eso usted habla con horror del “espí­ritu de tribu”, de “la col­mena”, “el hor­mi­guero”, com­pren­diendo que la fuerza del movi­miento indí­gena para defen­der la natu­ra­leza con­tra la depre­da­ción del gran capi­tal es la comu­ni­dad indígena.

Ese “des­or­den polí­tico y social” es la rup­tura del “orden” que nece­si­tan las com­pa­ñías depre­da­do­ras para aso­lar la natu­ra­leza con sus accio­nes hacia el “pro­greso”, que es por una parte el pro­greso de sus ingre­sos millo­na­rios y por otra el camino a la extin­ción de la espe­cie humana..

Usted ataca el colec­ti­vismo en nom­bre de la defensa del indi­vi­duo. El colec­ti­vismo no niega la indi­vi­dua­li­dad, que debe ser res­pe­tada. La indi­vi­dua­li­dad es aplas­tada por el fun­da­men­ta­lismo mer­can­til que implanta la “moda” obli­gando a todos a aca­tarla (McDonald’s, Coca Cola), los menos some­ti­dos a este aplas­ta­miento son los indí­ge­nas, entre los que cada pue­blo se viste diferente.

Es la socie­dad que usted defiende la que aplasta la indi­vi­dua­li­dad y exalta el indi­vi­dua­lismo que es el egoísmo supremo. La cul­tura colec­ti­vista es la de la soli­da­ri­dad humana, al con­tra­rio que la que usted defiende, extre­ma­da­mente egoísta. El mejor ejem­plo de esto es que las gran­des empre­sas mul­ti­na­cio­na­les están diri­gi­das por per­so­nas que saben que con la des­bo­cada emi­sión de gases de inver­na­dero están con­du­ciendo a la extin­ción de la espe­cie humana, pero ya no les importa sus nie­tos ni sus hijos, sino cum­plir con el sagrado man­da­miento neo­li­be­ral, ganar la mayor can­ti­dad de dinero posi­ble en el menor tiempo posible.

La con­dena que usted hace a la demo­cra­cia indí­gena ha sido sufi­cien­te­mente bien repli­cada por Sara­mago:
“Que alguien haya podido decir que el movi­miento indí­gena es un peli­gro para la demo­cra­cia me parece algo increí­ble. Cómo de una cabeza inte­li­gente puede salir una afir­ma­ción tan mons­truosa como esa”.

Para res­pon­der “a quien diga que el movi­miento indí­gena en Amé­rica es el enemigo más grande de la demo­cra­cia” “yo lo que les pro­pongo a voso­tros indí­ge­nas de esta Amé­rica, es que os con­vir­táis en heral­dos de la demo­cra­cia. Si voso­tros levan­táis la ban­dera de la demo­cra­cia, tal vez los demás aprendamos”.

La comu­ni­dad indí­gena, sin darle ese nom­bre, hace tiempo que está levan­tando la ban­dera de la autén­tica demo­cra­cia, ade­más la está lle­vando a nive­les supe­rio­res, con la comu­ni­dad de comu­ni­da­des en el Cauca, Colom­bia, en las islas Kuna de Panamá, y en mayor grado en la zona zapa­tista de Chia­pas, donde desde hace 16 años gobier­nan los indí­ge­nas mediante las “Jun­tas de Buen Gobierno” que son rota­ti­vas, cuyos miem­bros pue­den ser revo­ca­dos en cual­quier momento y no ganan ni un cen­tavo (como en las comu­ni­da­des indí­ge­nas) por ejer­cer esa fun­ción Por eso no es casual que usted haya escrito “La Otra Cara del Paraíso” desatando una cata­rata de calum­nias con­tra esos indí­ge­nas, com­prende muy bien el peli­gro que para las gran­des empre­sas sig­ni­fica su ejem­plo a los otros pueblos.

Las pala­bras de usted en el semi­na­rio tam­bién fue­ron refu­ta­das por diri­gen­tes indígenas.
Leo­ni­das Iza, pre­si­dente de la Con­fe­de­ra­ción de Nacio­na­li­da­des Indí­ge­nas del Ecua­dor: (CONAIE):
Var­gas Losa está pen­sando en el siglo ante­rior y cree que los indí­ge­nas tene­mos que con­ti­nuar mar­gi­na­dos. Si hay ham­bre, pobreza, iniqui­dad, no pode­mos estar tran­qui­los”. “Si la demo­cra­cia sig­ni­fica igual­dad y equi­dad, noso­tros per­se­gui­mos jus­ta­mente una ver­da­dera democracia”.

Luis Macas, fun­da­dor de la CONAIE:

Var­gas Llosa apoya un poder exclu­yente, seme­jante al que pro­pone el pre­si­dente esta­dou­ni­dense George Bush, con un mundo uni­po­lar. Los indí­ge­nas en cam­bio pro­po­ne­mos otro tipo de poder, que es el “ushay”, en kichua, que es per­fec­cio­nar las con­di­cio­nes de vida, la capa­ci­dad de desa­rro­llar­nos colec­ti­va­mente, desde el aporte de los dis­tin­tos espacios”.

El dipu­tado Ricardo Ulcuango:

“¿Civi­li­za­ción es dejar que tres o cua­tro lucren con el nego­cio del gas en Boli­via, con las pri­va­ti­za­cio­nes en Perú o con el petró­leo del Ecua­dor; es con­ta­mi­nar la natu­ra­leza hasta dejarla seca o ven­der el agua de los ríos al que pague mejor?”

Hum­berto Cho­lango de ECUARUNARI, la orga­ni­za­ción más grande de la CONAIE que agrupa a los indí­ge­nas de la sie­rra: Son pos­tu­ras como esa “las que no dejan avan­zar en la con­so­li­da­ción de una Lati­noa­mé­rica más demo­crá­tica, más tole­rante, más par­ti­ci­pa­tiva, y más inte­grada, reco­no­ciendo la diver­si­dad de cada país con todos los acto­res que cons­tru­yen este continente”.

Como se ve, ellos tie­nen un con­cepto dife­rente de la liber­tad y la demo­cra­cia que usted, que opina: “El com­bate por la liber­tad nos obliga a tomar par­tido resuel­ta­mente, sin sub­ter­fu­gios, por las socie­da­des abier­tas y demo­crá­ti­cas del mundo libre cuyo lide­razgo ejer­cen los Esta­dos Unidos”.

Racismo

Usted goza de un intenso racismo.

Se nota cuando reco­mienda a los indí­ge­nas que para superarse aban­do­nen su cultura.

Basta leer su novela “Lituma en los Andes”, un libro con­tra los “serra­nos” (en el Perú cos­teño hay un racismo regio­na­lista con­tra los indí­ge­nas iden­ti­fi­ca­dos regio­nal­mente como habi­tan­tes de la sie­rra).

Cuando el cabo cos­teño le dice al guar­dia serrano que “merece ser cos­teño”, éste le agra­dece. La cul­mi­na­ción de la novela es la cons­ta­ta­ción de que el cani­ba­lismo es un ritual serrano. Yo soy serrano y en toda mi exis­ten­cia no he visto nada seme­jante. Lo que sí veo es lo que dije más arriba, que la cul­tura que usted defiende está lle­vando al exter­mi­nio de la huma­ni­dad, no se la come, sim­ple­mente la está matando.

En mi libro “Noso­tros los Indios” dedico un capí­tulo (“La cul­tura india y el neo­li­be­ra­lismo” – José María Argue­das y MarioVar­gas Llosa) a la defensa de mi “tayta” José María con­tra los ata­ques suyos en su libro “La Uto­pía Arcaica”. No voy a repe­tir acá lo dicho allí, sólo men­ciono la pre­sen­ta­ción hecha para la segunda edición:

“Este artículo fue escrito en marzo de 1999. De enton­ces a ahora se ha desa­rro­llado una oleada de movi­mien­tos indí­ge­nas en el con­ti­nente y una desas­trosa cri­sis del neo­li­be­ra­lismo. Esto demues­tra que “la uto­pía arcaica” no es el “indi­ge­nismo de José María Argue­das” sino el bie­na­mado neo­li­be­ra­lismo de Var­gas Llosa, del cual con­ti­núa siendo uno de sus gurúes.”

Uchu­ra­qay

En enero del 83 fue­ron ase­si­na­dos 8 perio­dis­tas en la comu­ni­dad de Uchu­ra­qay, Ayacucho.

El gobierno repre­sor que entregó el poder polí­tico del depar­ta­mento al geno­cida gene­ral Cle­mente Noel (fui sus­pen­dido por 120 días de la Cámara de Dipu­tados por haber dicho esto y haberme negado a reti­rar ese cali­fi­ca­tivo), nom­bró una comi­sión pre­si­dida por usted para encu­brir la res­pon­sa­bi­li­dad del ejér­cito en el cri­men. Usted cum­plió per­fec­ta­mente ese come­tido, cul­pando a los comu­ne­ros en forma colec­tiva por las muer­tes, des­de­ñando infor­mes de antro­pó­lo­gos, juris­tas, lin­güis­tas y psicoanalistas.

La Comi­sión por la Ver­dad y Recon­ci­lia­ción y otras orga­ni­za­cio­nes de defensa de los dere­chos huma­nos denun­cian que usted se limitó a reco­ger los tes­ti­mo­nios y prue­bas que die­ron los mili­ta­res impli­ca­dos en el cri­men, las que natu­ral­mente excul­pa­ban al ejér­cito, eli­mi­nando el resto. Apli­cando el racismo mani­fes­tado en “Lituma en los Andes” dijo que habían sido los comu­ne­ros quie­nes mata­ron a los perio­dis­tas y pia­do­sa­mente afirmó que “todos éramos cul­pa­bles” por no “civilizarlos”.

Dicen que pasado un tiempo un tri­bu­nal encon­tró prue­bas de la impli­can­cia mili­tar, y que usted mani­festó que su con­clu­sión la había hecho por el “bien de la democracia”.

Men­ciono esto por­que hay quie­nes pre­sen­tan a usted como “defen­sor de los Dere­chos Humanos”.

Los fami­lia­res de los perio­dis­tas muer­tos sien­ten asco por usted debido a su labor de encu­bri­dor de geno­ci­das como Noel.

Con­clu­sión

Afor­tu­na­da­mente los pue­blos indí­ge­nas del mundo ins­pi­ran cada vez mayor res­peto de otros sec­to­res de la pobla­ción mun­dial por estar a la van­guar­dia de la defensa de la natu­ra­leza en favor de toda la huma­ni­dad y por prac­ti­car la ver­da­dera demo­cra­cia soli­da­ria en sus orga­ni­za­cio­nes, mos­trando el único camino posi­ble para ase­gu­rar la super­vi­ven­cia de la espe­cie: Que sea toda la socie­dad quien se gobierne a sí misma y sea la que deter­mine qué ins­ta­la­cio­nes indus­tria­les pue­den con­ti­nuar exis­tiendo sin poner en riesgo la super­vi­ven­cia de la especie.

Esto he podido cons­ta­tarlo en la gira que hice por Europa últi­ma­mente hablando pre­ci­sa­mente de ese tema.

El ver­ti­ca­lismo anti­de­mo­crá­tico y egoísta de las gran­des empre­sas mul­ti­na­cio­na­les a lo que usted no sé por qué llama “demo­cra­cia”, tiene cada vez menos admiradores.

No me extraña que usted haya reci­bido el Pre­mio Nobel, Tam­bién Obama reci­bió el pre­mio Nobel de la Paz por impul­sar la gue­rra de Afganistán.

Pienso que Alfred Nobel, quien se sen­tía cul­pa­ble por su res­pon­sa­bi­li­dad como empre­sa­rio enri­que­cido a tra­vés de la pro­duc­ción de dina­mita usada por la mine­ría y la gue­rra, no esta­ría satis­fe­cho con los dos premiados.

Hugo Blanco

Carta tomada de: 

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