 |
| Tala de árboles en Oregón (USA). Source: Wikipedia. |
Por Gundhramn Hammer
20 de enero de 2018
Una cosa es hacer una obra "para el bien común de todos" y otra es hacer la misma a veces innecesariamente, utilizando el logo "para el bien de todos", cuando en realidad es a menudo una tapadera para que políticos de turno pasen la bandeja (i.e., contratos) a sus amiguetes reptilianos, dueños de empresas de las cuales también los mismos políticos son tan frecuentemente accionistas.
También puede ocurrir el caso de que su objetivo sea en realidad blanquear capitales procedentes del crimen organizado por medio de empresas montadas en paraísos fiscales.
No debemos olvidar que entre los políticos hay unos cuantos narcos. Entre ellos se entienden.
En esta danza económica, es entonces que aparecen los famosos "estudios de impacto ambiental" (en inglés, environmental impact assessment, EIA).
Si quieres averiguar qué son, qué no son, para qué son y para quién son los EIAs, te invitamos a leer el siguiente artículo: El hombre sin cuerda: Políticos daemocráticos, oligarquías y estudios de impacto ambiental en desacuerdo con la Supercuerda de la Vida - Crímenes contra la Biosfera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario