Por
Gundhramn Hammer, PhD, H.G.M. von Österreich und von Toskana, PhD,
DVM, Yudit Elisabeth S. Trullén, MA1
&
Blanca I. Ruíz Sánchez, RN, MN
1.
Author for correspondence: Yudit Elisabeth S. Trullén
(yuditelisabet@gmail.com)
Resumen.
Este trabajo marca el
principio de un diccionario antropológico interdimensional. Después
de una general y breve descripción de la conducta de los humanos
(Homo sapiens) en el
planeta, lo comenzamos dando varias sencillas definiciones del pedo,
asumiendo cierta perspectiva extraterrestre.
Palabras
clave: pedo, monos desnudos, simios desnudos, homínidos, primates,
conducta humana, extraterrestres, animales, digestión humana,
subproducto intestinal, factor aglutinante, información humana,
risa, remedio.
Abstract.
This work marks the beginning of an interdimensional anthropological
dictionary. After a general and brief description of the behaviour of
humans (Homo sapiens)
in the planet, we kick it off with various simple definitions of a
fart, assuming sort of an extraterrestrial´s perspective.
Key
words: Fart, naked apes, naked monkeys, hominids, primates, human
behaviour, extraterrestrials, animals, human digestion, intestinal
subproduct, agglutinating factor, human information, laugh, remedy.
Translated
title: Interdimensional Anthropological Dictionary. I. Exobiological
definition of the fart.
To
cite this article: Hammer G., von österreich und von Toskana H.G.M.,
Trullén Y.E.S. & Ruíz Sánchez B.I. (2017). Diccionario
Antropológico Interdimensional: I. Definición Exobiológica del
Pedo. Instituto de Biología & Ingeniería de Ecosistemas (Blog),
February 26, 2017. Available online at: http://instbioingecosist.blogspot.com.es/2017/02/diccionario-antropologico.html
(Published: February 26, 2017)
Introducción
En un lejano prístino bosque, uno de los pocos que quedan en este milagroso y bello planeta, una asamblea general de los animales – los seres almados (del latín, anima, alma) - fue convocada en secreto. Toda clase de criaturas asistió excepto el hombre. Este bicho por ellos considerado maldito, no estaba invitado. Los animales, especialmente los salvajes, no se fiaban de este mico desnudo.
Además, por unánime decisión decían que el hombre, aunque si bien era un mico, los animales lo catalogaban como un auténtico demonio.
Y tenían mucha razón.
En realidad, toda la razón.
Por algo ha dicho Thomas Berry que “si nosotros tuviésemos una verdadera democracia en la Tierra y que todas las especies pudiesen votar, ellas votarían para echarnos fuera del planeta”.
Y con mucha razón. Somos los canallas del planeta.
Después de todo, los organismos más peligrosos que jamás hayan existido en este planeta son los “monos desnudos”, denominados así por Morris (1967) y Suzuki & Dressel (2004), una viñeta muy apropiada para estos bichos primatiformes que se autodenominan “humanos” o en términos taxonómicos como el “Homo sapiens”.
Curiosamente, la palabra “humano”, de la que tanto hacen alarde en sus “sostenibles” discursos y asuntos literarios y filosóficos, procede del proto-indoaryo, dghem, que significa mierda, humus, lodo, sin alma, sin espíritu. Un nombre muy apropiado para describir a estos homínidos generalmente mierdogénicos (e.g., la actual producción mundial de E-basura es alrededor de 20-25 millones de toneladas anualmente; Robinson, 2009) y mierdófilos (e.g., sus alimentos están cargados de residuos de pesticidas; FAO/WHO, 2010, 2015), desalmados (ver Pachirat, 2011), contaminadores (e.g., más de 5 trillones de trozos de plástico que pesan más de 250,000 toneladas flotan en los océanos del mundo) y destructores de la Biosfera [e.g., fabricantes de desiertos (Lowdermilk, 1935); taladores de bosques tropicales (Rudel, 2005; Sayer & Whitmore, 1991)], esa delicada capa planetaria que les da vida, y que también produce y sujeta la vida.
A grandes rasgos, apartando las excepciones, donde las haya, se puede decir que los “humanos” son bichos soberbios y egocéntricos, maniáticos, emocionalmente inestables como el tiempo, ansiosos, neuróticos o fisiológica y psicológicamente fáciles de desequilibrar, débiles, frágiles, irritables, iracundos, belicosos, rencorosos, “pisones” (fornicadores), callados o gritones, cobardes o de vez en cuando valientes, curiosos, inquietos, nerviosos, pretensiosos, competitivos, voraces, pedorros, cagones, come y bebecaca (i.e., en inglés, shit eaters y shit drinkers), adictos a su propia mierda o sea que directa o indirectamente son mierdófagos (por su culpa los ríos, lagos y mares están llenos de mierda. ¡Mierda antropogénica!), ecológicamente acéfalos, planetariamente sucios, megachupópteros, crueles y vampíricos (Video 1), caníbales o fitófagos, aborregables, tragamentiras (especialmente las de sus sinvergüenzas políticos), ridículos, engreídos, holgazanes o amantes del mínimo esfuerzo, ambiciosos, insaciables, etc.
¡AVISO! ¡Imágenes gráficas!
Video 1. "The Mexican Government Owns Slaughterhouses (And They´re Way Worse Than You Think)". Source: mercyforanimals via YouTube.
Aunque
haya excepciones entre los “humanos”,
la gente que defiende a capa y espada los Derechos de los Animales,
tanto ayer, por ejemplo el
caso de la defensa legal de los intereses de los escarabajos
(Coleptera: Rhynchitidae: Rhynchites
auratus)
en St.-Julien en la villa episcopal de St.-Jean-de-Maurienne en
Francia en
1545 y 1587 (Ménabrea, 1846; Frost, 1897) como hoy en pleno siglo
XXI, por ejemplo, las personas que valientemente arriesgan su vida
por defender a los canguros
en Australia (Save a Joey. An Australian Society for Kangaroo Initiative, 2011),
las
antiguas y actuales leyendas alrededor del mundo cuentan que los
animales
dicen que uno nunca sabe lo que sabe cuando sabe lo que sabe de lo
que debería saber para saber lo que se debe saber cuando se debe
saber todo lo que es necesario saber de todo lo que hay que saber
para nunca confundir ni olvidar que hay veces o a menudo que el
hombre se convierte en algo que nadie puede aguantar ni sobre lo que
nadie quiere saber por el miedo que produce, pues este mico desnudo
(Homo
sapiens)
sin previo aviso se puede convertir en todo lo contrario de lo que
dice ser, que quiere ser o que parece ser.
Estamos de acuerdo. Totalmente de acuerdo.
No obstante, todo lo relacionado con estos simios desnudos da mucho de si. Mucho más de lo necesario. Tanto material como para poder construir un diccionario aparte, uno algo fuera de serie, tal como si un extraterrestre lo estuviese escribiendo después de haber estudiado a estas bestias bípedas homínidas, cuya conducta ha sido históricamente y es en la actualidad más bien diabólica en gran parte del tiempo, especialmente durante sus frecuentes y numerosos conflictos armados en los campos de batalla, de ayer y hoy. Incluso, raro es aquel hogar de estos primates homínidos donde hay paz.
Y lo vamos a hacer, el diccionario.
En este universo todo puede ser. Este universo es un lugar muy extraño. Dicen que mucho más extraño de lo que podemos imaginarlo. Por algo alguien ha dicho que “la naturaleza es más extraña al nivel de la escala de Planck que los expertos de cuerdas se la podrían imaginar” (´t Hooft, 2009).
En un lugar así, fue entonces cuando de repente alguien gritó advirtiendo su presencia: ¡Están aquí! ¡Sí, ya han llegado!
Sí. Ya hemos llegado. Estamos aquí.
Por lo tanto, en este contexto y aprovechando la ocasión, damos comienzo a un pequeño trabajo que nosotros hemos decidido denominar Diccionario Antropológico Interdimensional. Las definiciones serán bilingües (español/inglés) donde sea conveniente.
Asimismo, emplearemos lenguaje sencillo, corto, telegráfico y metafórico o simbólico cuando y donde sea necesario. Y por supuesto que hasta cierto punto sea divertido, con la intención de que cause risa, pues dicen que “la risa es la mejor medicina del mundo”.
Lo vamos a construir poco a poco y no necesariamente en orden alfabético. Y aunque tiene principio, no sabemos si tendrá fin.
Hoy os traemos una primera entrada. Una simple definición exobiológica del pedo. El pedo de los monos desnudos (Homo sapiens). Comenzamos así:
Diccionario Antropológico Interdimensional
Pedo:
Estamos de acuerdo. Totalmente de acuerdo.
No obstante, todo lo relacionado con estos simios desnudos da mucho de si. Mucho más de lo necesario. Tanto material como para poder construir un diccionario aparte, uno algo fuera de serie, tal como si un extraterrestre lo estuviese escribiendo después de haber estudiado a estas bestias bípedas homínidas, cuya conducta ha sido históricamente y es en la actualidad más bien diabólica en gran parte del tiempo, especialmente durante sus frecuentes y numerosos conflictos armados en los campos de batalla, de ayer y hoy. Incluso, raro es aquel hogar de estos primates homínidos donde hay paz.
Y lo vamos a hacer, el diccionario.
En este universo todo puede ser. Este universo es un lugar muy extraño. Dicen que mucho más extraño de lo que podemos imaginarlo. Por algo alguien ha dicho que “la naturaleza es más extraña al nivel de la escala de Planck que los expertos de cuerdas se la podrían imaginar” (´t Hooft, 2009).
En un lugar así, fue entonces cuando de repente alguien gritó advirtiendo su presencia: ¡Están aquí! ¡Sí, ya han llegado!
Sí. Ya hemos llegado. Estamos aquí.
Por lo tanto, en este contexto y aprovechando la ocasión, damos comienzo a un pequeño trabajo que nosotros hemos decidido denominar Diccionario Antropológico Interdimensional. Las definiciones serán bilingües (español/inglés) donde sea conveniente.
Asimismo, emplearemos lenguaje sencillo, corto, telegráfico y metafórico o simbólico cuando y donde sea necesario. Y por supuesto que hasta cierto punto sea divertido, con la intención de que cause risa, pues dicen que “la risa es la mejor medicina del mundo”.
Lo vamos a construir poco a poco y no necesariamente en orden alfabético. Y aunque tiene principio, no sabemos si tendrá fin.
Hoy os traemos una primera entrada. Una simple definición exobiológica del pedo. El pedo de los monos desnudos (Homo sapiens). Comenzamos así:
Diccionario Antropológico Interdimensional
Pedo:
Información
extracurricular de bioquímica alterada.
Información del polo sur humano que altera la información del polo norte de otros humanos.
Explosión exoanal meteórica que causa una respuesta de pelea-o-huye en los humanos.
Cambio barómétrico intestinal del hombre.
Cambio climático intestinal del hombre.
Asuntos democráticos y antagónicos del ministerio de relaciones exteriores del polo sur del hombre.
Impacto ambiental de origen intestinal en encuentros cercanos de tercero a quinto tipo en los zoológicos humanos.
Tsunami gaseoso que causa antagonismo social entre los simios desnudos.
Metanogénesis en el polo sur del hombre.
Máximo común divisor en las relaciones humanas. Aunque en parejas compenetradas, el pedo puede ser un factor aglutinante.
El pedo es un subproducto gaseoso de la digestión de algunos reptiles herbívoros (e.g., tortugas terrestres, iguanas) y unos cuantos mamíferos (e.g., vacas, caballos, burros, perros, etc.), pero especialmente en los “monos desnudos” (Homo sapiens), fraguado en el intestino con la asistencia de microbios comensales y simbióticos y expulsado silenciosa o estruendosamente por el culo (ano, cloaca).
En los humanos, las características organolépticas (su olor) del pedo dependen en general del tipo de alimentos consumidos y en el estado de salud de su respectiva flora intestinal.
En ambientes cerrados, el impacto medioambiental de un pedo se nota inmediatamente. Su efecto contaminante puede ser breve o de larga duración.
En general, el pedo siempre produce alteración del estado cognitivo de los humanos que reciben el cargamento informático, pues sus caras generalmente muestran notorias muecas de desagrado, desacuerdo, irritación o incluso furia contra el sujeto culpable o sospechoso del escape o fuga del gas.
El pedo es un poderoso nivelador social. Es un fenómeno omnipresente y omnipotente. Esto es algo que los perros domésticos conocen muy bien.
El mundo de los humanos está lleno de pedos. Así, por ejemplo, dondequiera que hay un “estudio de impacto ambiental” politiquero, una de esas formalidades que los políticos y sus putos amos sin sesos medioambientales utilizan como excusa para joder a la Naturaleza alrededor del mundo, allí también hay un pedo.
Y pueda que más pedos, pues los políticos y sus amos chupan tanta sangre del pueblo que sus empachos hacen que sufran de tremendas alteraciones bioquímicas intestinales, además de que acaban con el culo podrido. Estas cosas son buenas noticias para sus proctólogos.
Sinónimos: Pedo, flato, flatulencia, viento intestinal, gas intestinal, flecha de Troya, gorgorito intestinal.
Etimología: Del latín peditum, pedo.
Información del polo sur humano que altera la información del polo norte de otros humanos.
Explosión exoanal meteórica que causa una respuesta de pelea-o-huye en los humanos.
Cambio barómétrico intestinal del hombre.
Cambio climático intestinal del hombre.
Asuntos democráticos y antagónicos del ministerio de relaciones exteriores del polo sur del hombre.
Impacto ambiental de origen intestinal en encuentros cercanos de tercero a quinto tipo en los zoológicos humanos.
Tsunami gaseoso que causa antagonismo social entre los simios desnudos.
Metanogénesis en el polo sur del hombre.
Máximo común divisor en las relaciones humanas. Aunque en parejas compenetradas, el pedo puede ser un factor aglutinante.
El pedo es un subproducto gaseoso de la digestión de algunos reptiles herbívoros (e.g., tortugas terrestres, iguanas) y unos cuantos mamíferos (e.g., vacas, caballos, burros, perros, etc.), pero especialmente en los “monos desnudos” (Homo sapiens), fraguado en el intestino con la asistencia de microbios comensales y simbióticos y expulsado silenciosa o estruendosamente por el culo (ano, cloaca).
En los humanos, las características organolépticas (su olor) del pedo dependen en general del tipo de alimentos consumidos y en el estado de salud de su respectiva flora intestinal.
En ambientes cerrados, el impacto medioambiental de un pedo se nota inmediatamente. Su efecto contaminante puede ser breve o de larga duración.
En general, el pedo siempre produce alteración del estado cognitivo de los humanos que reciben el cargamento informático, pues sus caras generalmente muestran notorias muecas de desagrado, desacuerdo, irritación o incluso furia contra el sujeto culpable o sospechoso del escape o fuga del gas.
El pedo es un poderoso nivelador social. Es un fenómeno omnipresente y omnipotente. Esto es algo que los perros domésticos conocen muy bien.
El mundo de los humanos está lleno de pedos. Así, por ejemplo, dondequiera que hay un “estudio de impacto ambiental” politiquero, una de esas formalidades que los políticos y sus putos amos sin sesos medioambientales utilizan como excusa para joder a la Naturaleza alrededor del mundo, allí también hay un pedo.
Y pueda que más pedos, pues los políticos y sus amos chupan tanta sangre del pueblo que sus empachos hacen que sufran de tremendas alteraciones bioquímicas intestinales, además de que acaban con el culo podrido. Estas cosas son buenas noticias para sus proctólogos.
Sinónimos: Pedo, flato, flatulencia, viento intestinal, gas intestinal, flecha de Troya, gorgorito intestinal.
Etimología: Del latín peditum, pedo.
Interdimensional
anthropological dictionary
Fart:
Fart:
Extracurricular
information of altered biochemistry.
South pole human information that alters everyone else´s north pole information.
Meteoric exoanal explosion that causes a fight-or-flight response in humans.
Man´s intestinal barometric change.
Man´s intestinal climatic change.
Democratic and antogonistic affairs from the ministry of foreign relations of man´s south pole.
Environmental impact of intestinal origin in close encounters of the third to the fifth kind in human zoos.
Gaseous tsunami that causes social antagonism in naked apes.
Metanogenesis at man´s south pole.
Maximum common divider in human relations. Although in some closely-knit human couples, the fart can be an agglutinating factor.
The fart is gaseous subproduct of the digestion of few herbivorous reptiles (e.g., tortoises, green iguanas) and some mammals (e.g., cows, horses, donkeys, dogs), but especially in the “naked apes” (Homo sapiens), compounded in the gut with the assistance of commensal and symbiotic microbes and expelled silently or loudly through the asshole (anus, cloaca).
In humans, the organoleptic characteristics (odour) of the fart depend in general on the type of consumed foods and on the health status of their respective intestinal microbiota.
In enclosed conditions, the environmental impact of a fart is noticed immediately. Its contamination effect can be brief or last a long time.
Generally speaking, the fart always produces an alteration of the cognitive state of the humans that receive the information load, for their faces show conspicuous grimaces of disgust, disagreement, irritation or even fury against the guilty or suspected subject of the gas escape or leakage.
The fart is a powerful social equalizer. It is an omnipresent and omnipotent phenomenon. The latter is something that domestic dogs know damn well.
Man´s world is full of farts. Thus, wherever there is a politically-tainted “study of environmental impact”, one of those formalities that politicians and their respective environmentally-brainless fucking masters use as an excuse to fuck up Nature worldwide, there is also a fart.
Maybe even more farts, for politicians and their masters suck up so much blood from the people that their gorging up makes them suffer terrible intestinal biochemical alterations, which is coupled with rotten assholes. This is good news for their proctologists.
Synonyms: Fart, flatus, flatulence, intestinal wind, intestinal gas, Troy´s arrow, toot.
Etymology: From Latin, peditum, fart.
South pole human information that alters everyone else´s north pole information.
Meteoric exoanal explosion that causes a fight-or-flight response in humans.
Man´s intestinal barometric change.
Man´s intestinal climatic change.
Democratic and antogonistic affairs from the ministry of foreign relations of man´s south pole.
Environmental impact of intestinal origin in close encounters of the third to the fifth kind in human zoos.
Gaseous tsunami that causes social antagonism in naked apes.
Metanogenesis at man´s south pole.
Maximum common divider in human relations. Although in some closely-knit human couples, the fart can be an agglutinating factor.
The fart is gaseous subproduct of the digestion of few herbivorous reptiles (e.g., tortoises, green iguanas) and some mammals (e.g., cows, horses, donkeys, dogs), but especially in the “naked apes” (Homo sapiens), compounded in the gut with the assistance of commensal and symbiotic microbes and expelled silently or loudly through the asshole (anus, cloaca).
In humans, the organoleptic characteristics (odour) of the fart depend in general on the type of consumed foods and on the health status of their respective intestinal microbiota.
In enclosed conditions, the environmental impact of a fart is noticed immediately. Its contamination effect can be brief or last a long time.
Generally speaking, the fart always produces an alteration of the cognitive state of the humans that receive the information load, for their faces show conspicuous grimaces of disgust, disagreement, irritation or even fury against the guilty or suspected subject of the gas escape or leakage.
The fart is a powerful social equalizer. It is an omnipresent and omnipotent phenomenon. The latter is something that domestic dogs know damn well.
Man´s world is full of farts. Thus, wherever there is a politically-tainted “study of environmental impact”, one of those formalities that politicians and their respective environmentally-brainless fucking masters use as an excuse to fuck up Nature worldwide, there is also a fart.
Maybe even more farts, for politicians and their masters suck up so much blood from the people that their gorging up makes them suffer terrible intestinal biochemical alterations, which is coupled with rotten assholes. This is good news for their proctologists.
Synonyms: Fart, flatus, flatulence, intestinal wind, intestinal gas, Troy´s arrow, toot.
Etymology: From Latin, peditum, fart.
Considerando
que el tema de los pedos es extenso, se pueden plantear muchas
preguntas sobre este fenómeno intestinal de los micos desnudos (Homo
sapiens),
tales como, entre otras: ¿cuántos tipos de pedos hay? ¿Qué
alimentos causan más pedos? ¿Cuál es su fisiología? ¿Cuál es su
composición química? ¿Causan la muerte los pedos? ¿Cómo
integraban socialmente al pedo en el pasado? ¿Han influido los pedos
en la historia del hombre? ¿Cuál ha sido y es su impacto económico?
Incluso, podemos preguntar, desde el punto de vista paranormal: ¿se tiran pedos los extraterrestres? ¿Se echan pedos Satanás y sus legiones de diablos?
En futuros artículos trataremos estos aspectos y otros más.
Asi es que, damas y caballeros, señoras y señores, esto será todo por hoy.
¡Hasta la próxima, terrícolas!! So long, Terrans!
¡Salve!
Referencias
Ericksen M., Lebreton L.CM., Carson H.S., Thiel M., Moore C.J., Borerro J.C., Galgani F., Ryan P.G. & Reisser J. (2014). Plastic pollution in the world´s oceans: More than 5 trillion plastic pieces weighing over 250,000 tons afloat at sea. PLoS ONE, 9 (12): e111913. DOI: 10.1371/journal.pone.0111913
FAO/WHO (2010). Pesticide residues in food. Part II: Toxicological evaluations. Joint Meeting of the FAO Panel of Experts on Pesticide Residues in Food and the Environment and the WHO Core Assessment Group on Pesticide Residues. Rome, Italy, 21-30 September 2010. 684 pp. Consultado: 26 febrero 2017.
FAO/WHO (2015). Pesticide residues in food 2015. Joint FAO/WHO Meeting on Pesticide Residues. Report 2015. FAO Plant Production and Protection Paper 223: 1-629. Consultado: 26 febrero 2017.
Frost T. (1897). Trials of animals. In: Pp: 149-160, Legal Lore: .. Curiosities... of Law and Lawyers, Andrews W. (Ed.), William Andrews & Co., London, England. 280 pp.
Lowdermilk W.C. (1935). Man-made deserts. Pacific Affairs, University of British Columbia, 8 (4): 409-419. Consultado: 26 febrero 2017.
Ménabréa L. (1846). De l´origine de la forme et de l´esprit des jugements rendus au Moyen-Age. Puthod, Imprimeur-Libraire, Éditor, Chambéry, France. 161 pp.
Morris D. (1967). The Naked Ape: A Zoologist´s Study of the Human Animal. Delta Trade Paperbacks, New York, NY, USA. 252 pp.
Pachirat T. (2011). Every Twelve Seconds: Industrialized Slaughter and the Politics of Sight. Yale University Press, New Haven, CT, USA. 302 pp.
Robinson B.H. (2009). E-waste: An assessment of global production and environmental impacts. Sci. Total Environ., 408: 183-191. Consultado: 26 febrero 2017.
Rudel T.K. (2005). Tropical Forests: Regional Paths of Destruction and Regeneration in the Late Twentieth Century. Columbia University Press, New York, NY, USA. 231 pp.
Save a Joey. An Australian Society for Kangaroo Initiative (2011). The truth about the plight of Australia´s unique kangaroo. Consultado: 24 febrero 2017.
Sayer J.A. & Whitmore T.C. (1991). Tropical moist forests: Destruction and species extinction. Biol. Conserv., 55: 199-213. Consultado: 26 febrero 2017.
Suzuki D. & Dressel H. (2004). From Naked Ape to Superspecies: Humanity and the Global Eco-Crisis. Revised and updated. Greystone Books Ltd., Vancouver, BC, Canada. 406 pp.
´t Hooft G. (2009). Dimensional reduction in quantum gravity. arxiv.org. 13 pp. Consultado: 26 febrero 2017.
Incluso, podemos preguntar, desde el punto de vista paranormal: ¿se tiran pedos los extraterrestres? ¿Se echan pedos Satanás y sus legiones de diablos?
En futuros artículos trataremos estos aspectos y otros más.
Asi es que, damas y caballeros, señoras y señores, esto será todo por hoy.
¡Hasta la próxima, terrícolas!! So long, Terrans!
¡Salve!
Referencias
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