The following video deals with the bitter truth about sugar. It is a public lecture given by Dr. Robert H. Lustig, Professor of Pediatrics, Division of Endocrinology, University of California at San Francisco (USA).
He discusses the damage caused by the consumption of sugar-rich foods. Too much sugar and not enough fibre are cornerstones of the obesity epidemic that is gripping the world, according to his research.
Los niños nacen con una intensa curiosidad para explorar el mundo que les rodea. Y qué mejor manera que aprendan a cuidar y y velar por el medio ambiente que teniendo contacto con animales y plantas.
La Biofilia (el amor a la vida, a lo vivo, a la naturaleza) se aprende en casa de la mano de los padres.
El siguiente video (Video 1) muestra la felicidad de un niño con su perrito a la hora del baño.
Video 1. Niño se divierte con un perrito.
Si creciese amando a los perros a lo largo de toda su pre-adolescencia, este niño ya grande no será fácil enseñarle a que coma perros, como en algunos países orientales.
Ahora bien, si se le enseñase a respetar a todos a los animales y plantas, a que también ellos tienen los mismos derechos que nosotros, aprendería a tener reverencia por la vida y a conectarse con la Madre Tierra y ésto ya sería un buen principio.
Por aquí deben empezar los padres. Y los maestros en la escuela deben reforzar estos principios en lugar de cercenarles con logiquismos que no son lógicos y lógica que no tiene pies ni cabeza, con programas estúpidos que sólo sirve para sujetar un sistema enfermo.
En la escuela aprendemos a desconectar y desconectarnos de un mundo donde todo está conectado. De la escuela salimos enfermos de soberbia y con ojeras de caballo. Y debería ser todo lo contrario.
Por supuesto que de algo debe alimentarse este niño ya adulto, pues la vida se alimenta de la vida. Pero lo hará con una gran diferencia. Cuando él vaya a el huerto a cosechar una lechuga, por ejemplo, lo hará conscientemente de su acto y por lo tanto se preocupará de al menos decirle a la Señora Lechuga:
"Señora Lechuga, perdóneme Usted, pero tengo hambre. Por favor deme su Esencia".
Y esperará unos segundos, para que el Espíritu de la Señora Lechuga, su Cuerpo Etéreo, su Cuerpo Biofotónico, su ADN Fantasma, de acuerdo a las nuevas investigaciones de Genética de Ondas (Wave Genetics) llevadas a cabo por científicos rusos, se retire de su cuerpo, algo así como si un tornado de energía se levantase de la llanura y se esfumase en el espacio, o como la lluvia pero al revés, que en lugar de caer al suelo se retirase hacia arriba, hacia el Hiperespacio.
Y él entonces procederá a cortar el cuerpo vacío del vegetal.