Fuente: Muladar News
Posted by Muladar
News on March 31, 2012 in Derechos Humanos y Medio Ambiente
El saqueo
del planeta no cesa. Los recursos naturales que consume el hombre al
año exceden la capacidad de regeneración de la Tierra. Así, al igual que se
puede retirar más dinero de una cuenta bancaria de lo que se tiene, quedándose
uno en números rojos, se puede extraer cada año más madera de un bosque de lo
que vuelve a crecer o se pueden capturar más peces de los que nacen. Es entonces
cuando suceden episodios como el del atún rojo del Mediterráneo, hoy al borde
del colapso.
La
humanidad lleva desde los años 70 devorando recursos más rápido de lo que
crecen. Y no hay signos de mejora. Desde el 2007, la huella de la humanidad era
de 18.000 millones de hectáreas globales o 2,7 por persona. Sin embargo, la
biocapacidad de la Tierra era sólo de 11.900 millones de hectáreas o 1,8 por
persona. Es decir, que la Tierra va a tardar 1,5 años en regenerar los recursos
renovables que se usaron en 2007. Así se desprende del informe «Planeta Vivo»,
publicado por WWF, junto con la Sociedad Zoológica de Londres y la Red de la
Huella Global.
La salud de la biodiversidad pende de un hilo. Los resultados
demuestran que «la huella ecológica se ha duplicado en los últimos 40 años,
mientras que la salud de los ecosistemas ha disminuido un 30», afirma Juan
Carlos del Olmo, secretario general de WWF. Es curioso, por ejemplo, que en el
Año Internacional de la Biodiversidad haya más tigres en cautividad que en
libertad. La pérdida de la riqueza natural y la degradación de los ecosistemas
conllevan una merma de los beneficios económicos que se obtienen de la
Naturaleza. Y los resultados no son nada halagüeños. A pesar de que cada año se
descubren nuevas especies (como el «pez drácula» hallado en un río de Myanmar.
Los machos tienen dos grandes colmillos que usan para luchar. Sus dientes son
mayores que los de los peces de agua dulce), las poblaciones de taxones de
vertebrados disminuyeron un 28 por ciento entre 1970 y 2007 a nivel global.
Pérdida de
biodiversidad
El estudio
analiza la caída del índice del planeta vivo teniendo en cuenta las casi 8.000
poblaciones de 2.544 especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces que
se conocen. En concreto, la biodiversidad terrestre global ha caído un
25 por ciento. En el caso de la diversidad biológica que atesoran los mares,
ésta ha disminuido un 24. Pero la mayor pérdida es la riqueza natural presente
en el agua dulce, que ha caído un 35 por ciento, sobre todo por el modelo de
agricultura intensiva.
Hay una tasa alarmante de pérdida de biodiversidad en países
con ingresos bajos. Lo que no quiere decir que su naturaleza esté peor, sino que
esta caída es desenfrenada desde 1970, mientras que la de los países
desarrollados ha sucedido antes. Su pérdida, pone en la cuerda flota el sustento
del hombre. Por ejemplo, el 52 por ciento de los stocks de pescado ha sido
explotado y el 70 por ciento está amenazado hasta tal punto que no se espera que
en un futuro próximo se produzcan aumentos significativos en las capturas.
SOS para
Pesquerías y bosques
Resulta esencial incrementar la biocapacidad de las pesquerías
para mantener o aumentar las capturas a largo plazo, algo que podría hacerse a
través de la protección de áreas marinas. Y resulta vital porque los predadores
de mayor tamaño y longevos, como el bacalao y el atún, se están agotando. Lo que
obliga a las flotas a inclinarse cada vez más a la captura de especies pequeñas
y de corta vida, como sardinas, camarones e incluso krill, amenazando el
equilibrio de los ecosistemas marinos.
En cuanto a la superficie
arbórea, ésta alberga cerca del 90 por ciento de la biodiversidad terrestre. Y
ya se pierden 13 millones de hectáreas de bosque cada año. Su merma amenaza la
riqueza que atesoran. Los orangutanes que viven sólo en las islas de Borneo y
Sumatra han visto cómo sus hábitats se fragmentaban y decrecían por el impacto
de la demanda de productos derivados del aceite de palma. Las poblaciones de las dos especies de orangutanes han disminuido
10 veces su tamaño en el siglo XX. No se trata de no talar árboles para
usar su madera, sino de utilizar la de las plantaciones forestales para tal fin,
ya que tienen una mayor productividad y su buena gestión es compatible con la
conservación de la biodiversidad y para cubrir las necesidades madereras. Lo que
no se logra si estas plantaciones se hacen en suelos donde había bosques
naturales, praderas o humedales. Además, los ecosistemas terrestres, como los
bosques, almacenan 2.000 gigatoneladas de carbono.
España
mejorando su Huella hídrica
Pero no todos los datos son
negativos. España ha mejorado su huella hídrica, al pasar de ser el quinto país
más voraz hace dos años, a situarse en el vigésimo quinto puesto de unos 200
países analizados. Pero la situación global no mejora. «71
países sufren hoy estrés hídrico», precisa Del Olmo. En 1995, casi
1.800 millones de personas estaban viviendo en áreas con estrés hídrico grave,
según un informe de la Unesco de 2006. Para 2025, se estima que 5.500 millones
de personas vivirán en zonas con un estrés hídrico de moderado a grave. La humanidad, en resumen, está usando recursos por encima de la
capacidad de regeneración de la naturaleza. De seguir así, el hombre
necesitará dos planetas por año para cubrir sus necesidades en 2030 y 2,8 en
2050.
En definitiva, la tendencia
actual resulta insostenible. Sólo España necesita ya hoy
3,5 países como el nuestro para cubrir sus necesidades. Y no es el país
que más huella ecológica tiene, ya que se ubica en el puesto número 19. Los países que más recursos naturales devoran son: Emiratos
Árabes, Qatar, Dinamarca y Estados Unidos. De hecho, si todos
consumiéramos los mismos recursos que el ciudadano medio de los Emiratos Árabes
se necesitarían los recursos de 4,5 planetas.
¿Cómo
revertir esta tendencia?
SEGÚN WWF, SE LOGRARÍA SI EL MIX ENERGÉTICO GLOBAL FUERA RENOVABLE EN UN 95 POR CIENTO Y CONSUMIENDO MUCHO MENOS CARNE Y MENOS PRODUCTOS LÁCTEOS.
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