Fuente: Muladar News
CARTA ABIERTA DE HUGO BLANCO A MARIO VARGAS LLOSA
Posted by Chinas Klauzz on December 30, 2010
El líder campesino no se calla nada
y se enfrenta al Premio Nobel
Noviembre del 2010
Señor Mario Vargas
Llosa:
El premio Nóbel otorgado a usted
representa un golpe más del neoliberalismo a las poblaciones indígenas,
ya que difícilmente podrá encontrarse mayor enemigo de ellas que su
persona.
Son diarios los golpes del
sistema mundial gobernado por las grandes empresas multinacionales
contra dichas poblaciones, consistente en la depredación de la
naturaleza en sus zonas de vida, lo que significa la muerte para ellas.
El ataque es múltiple, solo menciono algunos ejemplos:
La implantación de minas a cielo abierto, que roban el agua de la
agricultura y la envenenan, matando vegetales, peces, suelo y seres
humanos. La extracción de hidrocarburos con parecidos efectos. La
instalación de fuentes hidroeléctricas para la minería, que roban el
agua de la agricultura y provocan inundaciones. La tala de la selva para
extracción de madera, para instalaciones ganaderas o para plantaciones
de biocombustibles, lo que debido a las intensas lluvias de la zona
provoca la desertificación. La agroindustria que debido al monocultivo
y al uso intensivo de agroquímicos, mata la tierra cultivable. El
calentamiento global provocado por la emisión de gases de efecto
invernadero que asola con inundaciones y deslizamientos de cerros, mata
arroyos, disminuye el volumen de los ríos, diluye glaciares, sumerge
islas; provoca veranos muy calientes e inviernos muy fríos.Líder campesino
Hugo Blanco
Estos ataques no son sólo contra
los pueblos indígenas, sino contra toda la humanidad, pues todos vivimos
de lo que la naturaleza nos brinda; lo que sucede es que son las poblaciones
indígenas las directamente afectadas por él y por eso son las primeras
en reaccionar, ofrendando su vida ante la brutal arremetida del sistema,
lo que los convierte en héroes de la humanidad.
Usted, en más de una ocasión ha
defendido a las empresas depredadoras contra las poblaciones
indígenas.
Veamos sólo dos ejemplos:
Medio Ambiente
El 5
de junio del 2009, día mundial de la defensa del medio ambiente fue escogido
por el gobierno de Alan García para masacrar a traición a más de 200
indígenas (no 10 que es la cifra oficial repetida por usted) que defendían
la selva amazónica, el pulmón del mundo.
Esta masacre, el
encarcelamiento y procesamiento de numerosas víctimas del ataque,
fueron respondidas con multitudinarias protestas en la capital
peruana y otras ciudades, se levantaron voces de protesta en diversos
lugares del mundo (naturalmente usted no estuvo entre quienes
protestaron), los hermanos amazónicos no se rindieron, había un
poderoso avance de los habitantes de la selva central hacia Lima.
Frente a eso, el gobierno se vio
obligado a retroceder y se derogaron dos de los más feroces Decretos Ley
de depredación (que además eran ilegales pues van en contra del derecho a
consulta de los pueblos indígenas por cualquier cosa que tenga que ver con
su territorio, reconocido por el convenio 169 de la OIT, que es ley
peruana de carácter constitucional aprobada por el Congreso).
¿Cuál fue la actitud de usted? Al contrario de
la mayoría del pueblo peruano, lamentó la derogatoria, escribió
“Victoria Pírrica”, manifestando que futuros gobiernos peruanos no
osarán “volver a meter la mano en la Amazonía para alentar la inversión
privada y el desarrollo económico de esta región”, “los satanizados
decretos estaban en el fondo bastante bien orientados. Perseguían una
necesidad imperiosa: atraer inversión privada y tecnología de punta
hacia una región que tiene grandes reservas de gas, petróleo y muchos minerales….” “A
esto acaban de renunciar de manera suicida las comunidades amazónicas
que siguieron las consignas retrógradas de Alberto Pizango”. Fue al revés,
ha sido Pizango quien obedeció las consignas dadas por la población
amazónica, un estilo de democracia que jamás entenderá usted, “demócrata”
Vargas Llosa.
Usted usa el mismo lenguaje que
la gran prensa en manos de las empresas multinacionales depredadoras.
El verticalismo antidemocrático
y egoísta de las grandes empresas multinacionales a lo que usted no sé
por qué llama “democracia”, tiene cada vez menos admiradores.
Además se lanza contra “las
estúpidas mentiras según las cuales aquellos decretos formaban parte
del Tratado de Libre Comercio firmado entre el Perú y Estados Unidos”. Esas
“estúpidas mentiras” están en los preámbulos de los decretos y fueron
pregonadas por la ministra Mercedes Araoz.
No se detiene ahí, considerando
a los habitantes amazónicos retardados mentales, no concibe que la
resistencia pueda haber sido pensada por ellos, dice que fueron
instigados por Hugo Chávez y Evo Morales.
No desperdicia la
oportunidad para ensalzar a los dos gobiernos más retrógrados y
asesinos de indígenas de Sudamérica: Perú y Colombia.
Organización colectiva
democrática
Seminario Las amenazas de la Democracia en
América Latina: Terrorismo, Debilidad del Estado de Derechos y Neopopulismo, evento
realizado en Bogotá (tenía que ser Colombia) durante los días 19 y 22 de
noviembre del 2009
Sus palabras:
“El desarrollo y la
civilización son incompatibles con ciertos fenómenos sociales y el
principal de ellos es el colectivismo. Ninguna sociedad colectivista o
impregnada con esa cultura es una sociedad que desarrolla, moderniza y
alcanza la civilización… El socialismo, el nazismo y el fascismo son los
fenómenos colectivistas del pasado. Hoy se expresa mediante el
nacionalismo y los integrismos religiosos. El fenómeno está brotando en
América Latina de una manera muy sinuosa y revistiéndose con unos ropajes
que no parecen ofensivos sino prestigiosos… En Perú está brotando con dos
o tres hermanitos que en nombre de esa identidad colectiva, la
identidad indígena, autóctona, genuina, la de la verdadera peruanidad,
ha lanzado una campaña que cuando uno la examina racionalmente parece que
fuera tonta, casi cómica, pero que toca un centro neurológico llamado el
espíritu de la tribu, que nunca desparece incluso en sociedades que han
avanzado más en el camino de la civilización… El indigenismo de los años
20 que parecía haberse rezagado es hoy en día lo que está detrás de
fenómenos como el señor Evo Morales en Bolivia. En Ecuador hemos visto
operando y además creando un verdadero desorden político y social. El
indigenismo en Ecuador, Perú y Bolivia está provocando un verdadero
desorden político y social, y por eso hay que combatirlo… De Ecuador sé
muy poco lo que está sucediendo ahora… Si queremos alcanzar el desarrollo
y elegir la civilización y la moralidad, tenemos que combatir
resueltamente esos brotes de colectivismo… Creo que en el movimiento
indígena hay un elemento profundamente perturbador que apela a los bajos
instintos, a los peores instintos del individuo como la desconfianza
hacia el otro, al que es distinto. Entonces se encierran en sí mismos”.
Usted entiende clara y
correctamente que la comunidad indígena es la herramienta fundamental
para la defensa de la Madre Tierra. Por eso el sistema dirigido por las
empresas depredadoras multinacionales comprende que el ataque a la
naturaleza debe ir acompañado del ataque a la comunidad indígena. Donde
hay indígenas, en cualquier continente, hay comunidad indígena,
organismo verdaderamente democrático donde manda la colectividad, no
el individuo, como en la sociedad “democrática” actual, donde mandan los
intereses de las grandes empresas.
Esa
real democracia se manifiesta en el acuerdo de acciones de protesta
colectivas, en plebiscitos como los de Tambogrande, Ayabaca,
Huancabamba e Islay en el Perú, Andalgalá en Argentina, donde más del 90%
manifiesta democráticamente “Vida sí, mina no”. Es a esa democracia a la
que tiene terror el sistema, por eso Fujimori en el Perú y Salinas en México casi
simultáneamente dieron leyes contra la comunidad indígena, por eso de
los Decretos Ley de Alan García algunos van contra la
naturaleza y otros contra la comunidad indígena. Por eso usted habla con
horror del “espíritu de tribu”, de “la colmena”, “el hormiguero”,
comprendiendo que la fuerza del movimiento indígena para defender la
naturaleza contra la depredación del gran capital es la comunidad
indígena.
Ese “desorden político y
social” es la ruptura del “orden” que necesitan las compañías
depredadoras para asolar la naturaleza con sus acciones hacia el
“progreso”, que es por una parte el progreso de sus ingresos millonarios y
por otra el camino a la extinción de la especie humana..
Usted ataca el colectivismo en
nombre de la defensa del individuo. El colectivismo no niega la
individualidad, que debe ser respetada. La individualidad es
aplastada por el fundamentalismo mercantil que implanta la “moda”
obligando a todos a acatarla (McDonald’s, Coca Cola), los menos sometidos a
este aplastamiento son los indígenas, entre los que cada pueblo se viste
diferente.
Es la sociedad que usted defiende
la que aplasta la individualidad y exalta el individualismo que es el
egoísmo supremo. La cultura colectivista es la de la solidaridad humana,
al contrario que la que usted defiende, extremadamente egoísta. El mejor
ejemplo de esto es que las grandes empresas multinacionales están
dirigidas por personas que saben que con la desbocada emisión de gases de
invernadero están conduciendo a la extinción de la especie humana, pero ya
no les importa sus nietos ni sus hijos, sino cumplir con el sagrado
mandamiento neoliberal, ganar la mayor cantidad de dinero posible en el
menor tiempo posible.
La
condena que usted hace a la democracia indígena ha sido suficientemente
bien replicada por Saramago:
“Que alguien haya podido decir que
el movimiento indígena es un peligro para la democracia me parece algo
increíble. Cómo de una cabeza inteligente puede salir una afirmación tan
monstruosa como esa”.
Para responder “a quien diga que
el movimiento indígena en América es el enemigo más grande de la
democracia” “yo lo que les propongo a vosotros indígenas de esta América,
es que os convirtáis en heraldos de la democracia. Si vosotros levantáis
la bandera de la democracia, tal vez los demás aprendamos”.
La comunidad indígena, sin
darle ese nombre, hace tiempo que está levantando la bandera de la auténtica
democracia, además la está llevando a niveles superiores, con la
comunidad de comunidades en el Cauca, Colombia, en las islas Kuna de
Panamá, y en mayor grado en la zona zapatista de Chiapas, donde desde hace 16
años gobiernan los indígenas mediante las “Juntas de Buen Gobierno” que son
rotativas, cuyos miembros pueden ser revocados en cualquier momento y no
ganan ni un centavo (como en las comunidades indígenas) por ejercer esa
función Por eso no es casual que usted haya escrito “La Otra Cara del Paraíso”
desatando una catarata de calumnias contra esos indígenas, comprende muy
bien el peligro que para las grandes empresas significa su ejemplo a los
otros pueblos.
Las palabras de usted en el
seminario también fueron refutadas por dirigentes indígenas.
Leonidas Iza, presidente de la
Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador: (CONAIE):
“Vargas Losa está pensando en el siglo anterior y cree que
los indígenas tenemos que continuar marginados. Si hay hambre, pobreza, iniquidad, no podemos estar tranquilos”. “Si la
democracia significa igualdad y equidad, nosotros perseguimos
justamente una verdadera democracia”.
Luis Macas, fundador de la
CONAIE:
“Vargas Llosa apoya un poder excluyente, semejante al que
propone el presidente estadounidense George Bush, con un mundo unipolar.
Los indígenas en cambio proponemos otro tipo de poder, que es el “ushay”, en kichua, que es perfeccionar
las condiciones de vida, la capacidad de desarrollarnos
colectivamente, desde el aporte de los distintos espacios”.
El diputado Ricardo Ulcuango:
“¿Civilización es dejar que tres o cuatro
lucren con el negocio del gas en Bolivia, con las
privatizaciones en Perú o con el petróleo del Ecuador; es contaminar
la naturaleza hasta dejarla seca o vender el agua de los ríos al que pague
mejor?”
Humberto Cholango de ECUARUNARI, la
organización más grande de la CONAIE que agrupa a los indígenas de la sierra: Son posturas como esa “las que no dejan avanzar
en la consolidación de una Latinoamérica más democrática, más
tolerante, más participativa, y más integrada, reconociendo la
diversidad de cada país con todos los actores que construyen este
continente”.
Como se ve, ellos tienen un
concepto diferente de la libertad y la democracia que usted, que opina: “El
combate por la libertad nos obliga a tomar partido resueltamente, sin
subterfugios, por las sociedades abiertas y democráticas del mundo
libre cuyo liderazgo ejercen los Estados Unidos”.
Racismo
Usted goza de un intenso
racismo.
Se nota cuando recomienda a los
indígenas que para superarse abandonen su cultura.
Basta leer su novela “Lituma en los Andes”, un
libro contra los “serranos” (en el Perú costeño hay un racismo regionalista
contra los indígenas identificados regionalmente como habitantes de la sierra).
Cuando el cabo costeño le dice al
guardia serrano que “merece ser costeño”, éste le agradece. La culminación
de la novela es la constatación de que el canibalismo es un ritual serrano.
Yo soy serrano y en toda mi existencia no he visto nada semejante. Lo que sí
veo es lo que dije más arriba, que la cultura que usted defiende está llevando
al exterminio de la humanidad, no se la come, simplemente la está
matando.
En
mi libro “Nosotros los Indios” dedico un capítulo (“La cultura india y el
neoliberalismo” – José María Arguedas y MarioVargas Llosa) a la defensa de mi “tayta”
José María contra los ataques suyos en su libro “La Utopía Arcaica”. No voy a
repetir acá lo dicho allí, sólo menciono la presentación hecha para la
segunda edición:
“Este artículo fue escrito en marzo de 1999. De
entonces a ahora se ha desarrollado una oleada de movimientos indígenas
en el continente y una desastrosa crisis del neoliberalismo. Esto
demuestra que “la utopía arcaica” no es el “indigenismo de José María Arguedas” sino el bienamado neoliberalismo de Vargas Llosa, del cual continúa siendo uno de sus gurúes.”
Uchuraqay
En enero del 83 fueron asesinados 8 periodistas en la
comunidad de Uchuraqay, Ayacucho.
El
gobierno represor que entregó el poder político del departamento al
genocida general Clemente Noel (fui suspendido por 120 días de la Cámara de
Diputados por haber dicho esto y haberme negado a retirar ese
calificativo), nombró una comisión presidida por usted para encubrir la
responsabilidad del ejército en el crimen. Usted cumplió
perfectamente ese cometido, culpando a los comuneros en forma colectiva
por las muertes, desdeñando informes de antropólogos, juristas,
lingüistas y psicoanalistas.
La Comisión por la Verdad y
Reconciliación y otras organizaciones de defensa de los derechos
humanos denuncian que usted se limitó a recoger los testimonios y pruebas
que dieron los militares implicados en el crimen, las que naturalmente
exculpaban al ejército, eliminando el resto. Aplicando el racismo
manifestado en “Lituma en los Andes” dijo que habían sido los comuneros
quienes mataron a los periodistas y piadosamente afirmó que “todos éramos
culpables” por no “civilizarlos”.
Dicen que pasado un tiempo un
tribunal encontró pruebas de la implicancia militar, y que usted
manifestó que su conclusión la había hecho por el “bien de la
democracia”.
Menciono esto porque hay
quienes presentan a usted como “defensor de los Derechos Humanos”.
Los familiares de los
periodistas muertos sienten asco por usted debido a su labor de encubridor
de genocidas como Noel.
Conclusión
Afortunadamente los pueblos
indígenas del mundo inspiran cada vez mayor respeto de otros sectores de
la población mundial por estar a la vanguardia de la defensa de la
naturaleza en favor de toda la humanidad y por practicar la verdadera
democracia solidaria en sus organizaciones, mostrando el único camino
posible para asegurar la supervivencia de la especie: Que sea toda la
sociedad quien se gobierne a sí misma y sea la que determine qué
instalaciones industriales pueden continuar existiendo sin poner en
riesgo la supervivencia de la especie.
Esto he podido constatarlo en la
gira que hice por Europa últimamente hablando precisamente de ese tema.
El verticalismo
antidemocrático y egoísta de las grandes empresas multinacionales a
lo que usted no sé por qué llama “democracia”, tiene cada vez menos
admiradores.
No
me extraña que usted haya recibido el Premio Nobel, También Obama recibió el premio Nobel de la Paz por impulsar la guerra de
Afganistán.
Pienso que Alfred Nobel, quien se
sentía culpable por su responsabilidad como empresario enriquecido a
través de la producción de dinamita usada por la minería y la guerra, no
estaría satisfecho con los dos premiados.
Hugo Blanco
Carta tomada de:
No hay comentarios:
Publicar un comentario